lunes, 26 de noviembre de 2012

NO MATES AL EGO

“El deseo de deshacerse del ego es muy diferente del proceso de dejar de identificarse con la ilusión socialmente condicionada de un yo egoísta...  Lo primero implica una batalla: el ego al tratar de matar al ego, al luchar contra el ego...   el ego gana!  Lo segundo implica soltar la ilusión de control; es el fin de la lucha, y el medio hacia ese fin es la consciencia".
(Cheri Huber)
Reflexión
A menudo pensamos y hablamos de desarrollo espiritual en términos de deshacerse, matar o trascender el ego. Al hacerlo, lo que inconscientemente sucede es que, llevando una metáfora marcial al área probablemente más delicada, ambigua y paradójica de nuestra vida -nuestra espiritualidad- generamos un clima de conflicto interno que crea oposición y tensión. Construimos una imagen reduccionista y estereotipada de lo que es nuestro ego, lo calificamos como nuestro enemigo, y emprendemos el muchas veces violento proyecto de vencer nuestras debilidades y hacernos mejores.
Pero en la idea de matar el ego, ¿quién mata a quién? ¿quién vence? ¿quién muere? ¿qué parte de uno es la que se quiere deshacer de otra parte? ¿Cuál es su motivación? Como señala la maestra zen Cheri Huber, hay dos cosas que podemos dar por seguras respecto al egocentrismo: Uno, que es un proceso muy astuto; dos, que su mayor función es sobrevivir. "El ego tomará cualquier cosa -CUALQUIERA- y la usará para sus propósitos, incluso la noción de matarse/disolverse/trascenderse/auto-aceptarse. Puedes ver el riesgo, espiritualmente hablando, de malinterpretar el 'matar el ego'".
Complementario al riesgo de declarar una guerra interna, la metáfora de matar al ego trae consigo el problema de no apoyar la configuración y el establecimiento de un ego sano, lo cual es tremendamente importante para 'funcionar' en el mundo, y también de reproducir dinámicas relacionales destructivas, particularmente en el contexto de grupos religiosos o espirituales. Esto último es tremendamente relevante dado el alto número de víctimas de abuso religioso, el cual muchas veces es justificado desde la lógica de la obediencia a la autoridad, y la práctica de la humildad. Así, por ejemplo, la metáfora de trascender el ego tiene más sentido en el contexto de grupos privilegiados donde el narcicismo puede ser un obstáculo espiritual importante (hombres blancos, educados, adinerados, anglosajones), pero puede ser especialmente dañina para grupos que históricamente no han tenido suficiente poder y representación (mujeres, indígenas, personas de color, niños, minorías sexuales, etc.). Personalmente he visto cómo el discurso de "trascender el ego" y "estar en el aquí y en el ahora" ha sido utilizado para justificar abusos de poder y conductas sexuales problemáticas en grupos espirituales.
Seres humanos como la Madre Teresa de Calcuta, Nelson Mandela, Mahatma Gandhi, Luther King Jr., Aung San Suu Kyi, Jesús, Buddha, entre otros, no se han caracterizado precisamente por tener un ego débil o muerto. Al contrario, sus personalidades han sido complejas y ricas, su voz única, y su presencia en el mundo llena de su propio estilo. Su aporte vino no de deshacerse del ego, sino de utilizarlo para el bien de todos, dejando de identificarse con él como algo que está separado de todo lo demás. Se necesita de un ego potente para expulsar a los mercaderes de la entrada de los templos…
                                                             Pausa Mindfulness

miércoles, 24 de octubre de 2012

DEFINICION DE HIJO

"Hijo es un ser que Dios -El Universo- nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y, de nosotros, aprender a tener coraje. Sí. ¡Eso es! Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado. ¿Perder? ¿Cómo? ¿No es nuestro? Fue apenas un préstamo... EL MAS PRECIADO Y MARAVILLOSO PRÉSTAMO ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por sí mismos, luego le pertenecen a la vida, al destino y a sus propias familias. Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos"
                                                          JOSÉ SARAMAGO

martes, 9 de octubre de 2012

LA PERFECCION COMO OBSTACULO

“El perfeccionismo es una muerte lenta. Si todo saliera como yo lo hubiese querido, como yo lo hubiese planeado, entonces nunca experimentaría nada nuevo; mi vida sería una repetición interminable de éxitos estancados. Cuando cometo un error experimento algo inesperado... Cuando he escuchado mis errores, he crecido".― Hugh Prather
Reflexión
En el camino de intentar vivir una vida un poco más consciente y basada en los principios del amor, la sabiduría y la compasión, a menudo nos encontramos con un obstáculo interno y sutil. Me refiero al obstáculo de confundir el esfuerzo orgánico de aprender de cada situación y tomar cada momento como un espacio de práctica, con el esfuerzo tenso de enfrentar la vida, las situaciones y sobre todo a uno mismo como algo que debiese ser de algún modo perfecto.
Esta confusión puede hacernos creer que las acciones externas (de los demás y de uno mismo) son las que definen las cualidades de las personas, sin embargo, es fácil reconocer que muchas veces los gestos de amabilidad, generosidad y las palabras bonitas pueden venir de muchos estados mentales e intenciones diversas, por ejemplo, del deseo de manipular a otro, de obtener prestigio y reconocimiento social, de hacer negocios a futuro, o quizás más simplemente, del deseo de ser apreciado, aceptado y afirmado en nuestra identidad y autoestima.
La verdad es que no hay nada malo en querer ser querido por otros, ya que ésta es una motivación muy humana que tiene un efecto socialmente positivo, al promover actitudes educadas, amistosas y flexibles en nuestras interacciones. Sin embargo, es común ver que este deseo de ser apreciado puede llegar demasiado lejos y convertirse en una tendencia compulsiva por agradar basada en el temor a ser rechazado por los demás o en el deseo carente de suplir las inseguridades de una autoestima frágil. Cuando las acciones amables o virtuosas surgen de este núcleo de inseguridad más que de un flujo orgánico, caemos en la paradoja de buscar calzar con una imagen autoimpuesta de perfección que, o nunca se alcanza, o bien si se alcanza no satisface del todo.
Cuando actuamos en el mundo desde esta visión carente de nosotros mismos y no recibimos la respuesta de alabanza o aceptación de parte de los demás, evidentemente hay frustración y una profundización de la falta de autoestima. Pero quizás lo más trágico sea que aun si recibimos la alabanza o aceptación que buscábamos, es usual que no haya una satisfacción verdadera, ya que en el fondo sentimos que los demás han valorado simplemente lo que hemos hecho, y no lo que somos. Esta puede ser una trampa agotadora, ya que podemos llenarnos la vida de actividades, hacer trabajos voluntarios, participar de sociedades de beneficencia, cuidar a personas enfermas, etc. , pero si no actuamos desde una cierta paz interna que nazca de la aceptación verdadera de nosotros mismos, y si en cambio estamos en una constante guerra entre lo que somos y lo que creemos que deberíamos ser, nuestra ayuda tendrá poco impacto o será incluso perjudicial, y en vez de ser más felices, nos volvemos más amargos y enjuiciadores de nosotros mismos y de los demás.
                                                               Pausa Mindfulness

lunes, 17 de septiembre de 2012

LA IMPORTANCIA PERSONAL

Creernos menos importantes y andar más ligeros

“Cuando des mucha importancia a algo, puedes darle también mucho espacio y dejarlo ir”
(Pema Chodron)

"Deja ir la idea de que eres Atlas acarreando el mundo sobre tus hombros. El mundo seguiría marchando incluso sin ti. No te tomes tan en serio".
(Norman Vincent Peale)


Reflexión

Gran parte del sufrimiento que vivimos a diario se reduciría sustancialmente si nos diéramos menos importancia a nosotros mismos, a nuestras creencias y a defender la forma que tenemos de ver y sentir el mundo.
Cada uno de nosotros es muy valioso, es cierto, sin embargo, continuamente podemos caer en la trampa de sentirnos o querer ser más que los demás, la trampa de la autoafirmación. Podemos buscar ser los mejores, los más inteligentes, los más apuestos, los más simpáticos, los que tienen riqueza, etc. etc. (cada uno tiene sus propios puntos sensibles) entrando en una búsqueda sin fin. Podemos caer en una lógica aspiracional que, sin darnos cuenta, puede provocarnos una cuota relativamente alta de insatisfacción y sufrimiento. Si buscamos ser o sentirnos especiales, de a poco comenzamos a intentar ser quienes no somos, y mientras no alcanzamos ese ideal (inalcanzable por lo demás) nos vamos sintiendo cada vez más decepcionados y separados de los demás.
Hay un riesgo en vernos a nosotros mismos con demasiada importancia, asumir que nuestras ideas son siempre brillantes, o creer que nuestra emocionalidad posee una relevancia sublime, merecedora de la atención de todos quienes nos rodean, en especial de nuestros seres queridos. Vernos a nosotros mismos con una excesiva seriedad e importancia puede atentar contra el propio bienestar, nos podemos sentir más solos y podemos generar una sensación a veces sutil de sufrimiento, soledad y resentimiento.
Dejar de centrarnos en nosotros mismos nos abre las puertas para mirar a nuestro alrededor con mayor claridad,  podemos observar la naturaleza en sus diversas formas, podemos abrirnos a los demás, reconociendo el misterio del otro. Dejar de mirarnos el ombligo nos permite adentrarnos en un mundo rico en matices, del cual también formamos parte.
Por supuesto, las cosas no giran en torno nuestro y (por suerte) las personas y las circunstancias tienen su propio tiempo y espacio. Cada elemento posee un lugar  particular en el orden de la vida, como afirma el Dalai Lama con su característico sentido del humor: “Es verdad que eres el centro del Universo… al igual que todos los seres del Universo”.
Un antídoto al alcance de todos para no estar viviendo con exceso de seriedad está en ir abriendo espacio en nuestras vidas para la ligereza y el sentido del humor. Hacer la práctica de mirar en perspectiva, dándole menos importancia a nuestras ideas o creencias, sin que esto signifique que tengamos que descuidarnos o tratarnos mal. Al contrario, reconocer que no somos el centro del Universo y que nadie lo es (o que todos lo somos en algún sentido) nos abre a una dimensión relacional, al darnos cuenta de que formamos parte de la compleja trama de la vida.
Vivir con un poco más de alegría y ligereza puede ser un bálsamo ante aquello que tomamos con demasiada seriedad.

Andar más ligero, menos pesado, sonreír y compartir lo que tienes son prácticas que están al alcance de la mano.

                                                               Pausa Mindfulness

lunes, 20 de agosto de 2012

LA AUTENTICIDAD


Cultivar la autenticidad es una invitación a volver a la simpleza de la congruencia, ya que interpretar un personaje frecuentemente requiere un importante gasto de energía y tiempo que, a la larga, nos va desgastando y transformando en quienes no somos.
Muy probablemente, cada uno de nosotros hemos estado en contextos donde se privilegia el mantener las apariencias sobre la autenticidad; en esos contextos podemos notar cómo esta actitud va generando un clima de malestar, apatía y poca fluidez, ya que el actuar desde el personaje hace que los demás también lo hagan, lo cual contribuye a que se genere un clima de falsedad. La práctica del ser auténtico, congruente y abierto en cambio, favorece relaciones más sanas, una mayor apertura a la expresión genuina de todo tipo de emociones, tanto a la alegría y el amor, así como a la expresión de emociones difíciles, como el miedo, la rabia, la vergüenza y la tristeza, en un contexto contenedor.


"Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es" - Sartre.

"Mantén tu corazón
claro y transparente
y nunca te verás limitado.
Un sólo pensamiento turbador
crea diez mil distracciones.
Deja que las mil cosas te cautiven
y andarás cada vez más perdido.
Qué doloroso ver a la gente
atados por sí mismos" - Ryokan.


Reflexión
No es muy difícil reconocer que la calidad de las relaciones que tenemos con los demás, sobre todo con quienes uno siente como más cercanos, es un reflejo de la calidad de la relación que uno tiene con uno mismo, y viceversa, el tipo de relación que uno sostenga con uno mismo y con la propia experiencia influye directamente en cómo nos relacionamos con los demás. Si me relaciono con mi propia experiencia desde una cierta amabilidad, comprensión, paciencia y humor, es muy probable que este modo de ser se irradie hacia la relación con los demás y que sea capaz de tratar a mis cercanos también con amabilidad y humor. Si, en cambio, mi "crítico interno" es insistente y cruel en su evaluación de mis experiencias como aceptables o inaceptables, es bastante probable que proyecte ese tono de evaluación y juicio en mi relación con los demás. He aquí la sabiduría de "la regla de oro" (tratar a los demás como deseas ser tratado) que está presente en la mayoría de las tradiciones de sabiduría del mundo, ya que el tratar a los otros con amor es un tipo de altruismo que en realidad trae felicidad al que lo practica, pues lo que sucede afuera es un espejo de lo que sucede adentro. 
Congruentemente, la autenticidad que cultivamos en nuestra relación con los demás refleja y nutre la autenticidad que manifestamos con nosotros mismos. A menudo nos podemos sumir en roles y estereotipos de quienes somos, perdiendo contacto con la chispa espontánea de nuestra verdadera presencia, nuestros verdaderos valores, intereses y maneras de sentir la existencia. Cuando esto pasa, nuestras relaciones se vuelven un poco más que intercambios semi-personales entre máscaras que se sostienen por comodidad, miedo, o simplemente por hábito. Como esto no es algo que suceda de un día para otro, la inautenticidad puede ser un fantasma sigiloso que se cuela en nuestras relaciones poco a poco: por ejemplo, en un inicio, puedes dejar de expresar tus sentimientos o pensamientos a tu pareja por temor a no ser comprendido/a o a ser juzgado/a, y ese silencio comienza a volverse hábito, hasta que tu verdad deja de ser visible hasta para ti mismo/a. Tal vez se establezcan rutinas de actividades distractoras (usualmente ligadas a algún tipo de consumo -comida, televisión, shopping, etc.) que hagan aun más difícil ver la autenticidad perdida. Pasado un tiempo, esa falta de autenticidad, ese negar lo que uno es realmente ante un otro, puede crear una distancia y un desconocimiento hacia uno mismo.
Como nuestras sociedades obsesionadas con la imagen no enfatizan la autenticidad como valor, pueden pasar años antes de que uno se dé cuenta que ha estado viviendo con poca autenticidad, y es usualmente frente al severo llamado de atención de la muerte (la propia muerte que se intuye cercana o la de un ser querido) cuando surge la pregunta fundamental: ¿Estoy viviendo mi propia vida realmente o estoy atrapado en pequeñas farsas cotidianas por miedo, conveniencia, o costumbre?

                                                              Pausa Mindfulness 

sábado, 28 de julio de 2012

CAMINAR SOBRE LA TIERRA

Apreciando el milagro de caminar sobre la tierra
 

“La gente considera que caminar por el agua o por el aire es un milagro,
pero yo creo que el verdadero milagro es, en realidad, caminar por la tierra.
Cada día participamos de un milagro que ni siquiera reconocemos:
el cielo azul, las nubes blancas, las hojas verdes, los curiosos
ojos negros de un niño... nuestros propios ojos.
Todo un milagro".
(Thich Nhat Hanh)

Reflexión:


No hay que ir a ningún lugar distinto ni exótico para poder disfrutar del milagro de estar vivos, y es que, si nos detenemos por un momento, no es difícil reconocer el carácter prodigioso y altamente improbable de estar respirando, aquí y ahora. Si puedes leer estas palabras es porque eres parte de este milagro.
Que nuestro corazón funcione como lo hace, latiendo más de dos mil millones de veces a lo largo de toda una vida, o en otro ejemplo, ser conscientes de la complejidad de nuestro sistema nervioso, en el que existe un promedio de cien mil millones de neuronas conectadas entre ellas mediante unas diez mil conexiones sinápticas, milagros del que somos parte sin muchas veces darnos cuenta.
Y qué decir de las maravillas que ocurre a nuestro alrededor todo el tiempo, y las cuales podemos mirar, oír, oler; cada momento se nos presentan oportunidades para volver a conectarnos con la vida latente, y depende de nosotros tomarlas.
Si bien lo milagroso ocurre en cada momento, no siempre estamos atentos para apreciarlo, muchas veces estamos demasiado imbuidos en nuestros pensamientos o sentimos que vivimos si estuviésemos viviendo en “función piloto automático” producto del ritmo de vida moderno, sin embargo esto, hoy tenemos la posibilidad de detenernos, en esta misma respiración, apreciar la vida con atención despierta. Sin dudas todo un milagro.


Práctica:
Caminar con atención plena.
En la medida de tus posibilidades, date unos minutos para caminar con atención plena. Prestando una atención amable a tu respiración, a tus pasos y a aquello que te rodea: El suelo que pisas, el cielo, los árboles, las demás personas, etc.
Esta práctica no requiere que hagas ningún esfuerzo especial más que el de prestar atención al momento presente, y si aparece alguna idea o pensamiento que nos saquen de caminar, podemos volver a prestar atención a nuestros pasos.
Date un tiempo para simplemente disfrutar, sin tratar de conseguir nada especial, sólo caminar en el mayor silencio y atención que puedas.
En caso que no puedas caminar, permítete programar esta actividad para un próximo momento en el día o simplemente permítete observar a tu alrededor, respirando y disfrutando de aquello que te rodea.
                                                              Pausa Mindfulness 

jueves, 24 de mayo de 2012

ESPIRITUALIDAD

Muchos mensajes, te ofrecerán "la iluminación", "la ascensión" y "el acceso a la 5ta dimensión". Todo ello es tentador, porque te servirá para evadirte de tu vida, que es ésta. Si percibes el 3D es porque ahora te toca plantarle cara a ésto. Y nada de lo que hagas para escaparte te servirá para evitar lo que tienes que vivir ahora. Tus viajes "espirituales" solo tienen sentido si te ayudan a ESTAR en el AQUI Y AHORA y enfrentar todas las dificultades de esta vida ordinaria, que es la que te toca vivir ahora. Con valentía, con coraje. Cuídate de aquellos que te invitan a evadirte. Lamentablemente muchos viven la "espiritualidad" como una droga, como una forma de "no estar", y te invitan a "otros mundos y otras dimensiones" que si bien existen, solo tienen sentido si te ayudan a centrarte en la que te toca AHORA. Porque esta vida no es fácil para nadie y hay mucho que resolver y aprender. Y muchos de los ganchos que aparecen por ahí disfrazados de "espiritualidad" son formas de evasión de la realidad ordinaria, que te brindan un escape, una ilusión de belleza y perfección que solo experimentarás realmente si te decides a conocerte a tí mismo CON tu realidad circundante tal cual es HOY.

                                                                                                                                    Bianca Atwell

jueves, 26 de abril de 2012

MIRADA DE PRINCIPIANTE

 “A la mente del principiante se le presentan muchas posibilidades;
A la del experto, pocas"        
(Shunryu Suzuki, Mente Zen, Mente de principiante)        
Reflexión
La práctica de la atención plena es una invitación a volver a nuestros sentidos, a mantener la consciencia viva en la realidad presente observando con mirada de principiante, estando consciente que la vida está hecha de eventos que ocurren momento a momento y vez tras vez…
Otro aspecto importante de la mente de principiante es aprender a soltar, estar dispuesto a cuestionar nuestras certezas y dejar ir, aceptando que las cosas sean y vayan variando; en otras palabras, privilegiar el acercamiento a la experiencia en vez de aferrarnos a nuestras ideas, explicaciones o juicios sobre lo que pasó, pasa o pasará.
Práctica
Te invitamos a hacer una pausa por un instante y suspender brevemente lo que estés haciendo.
Prestándole atención a tu respiración, observa a tu alrededor y elije algún objeto para mirarlo en detalle...
Puedes elegir un ser con vida (una persona, una planta, el cielo, un árbol, etc.) o cualquier objeto que tengas a mano.
Permítete primero observar con la mayor atención que puedas, como si fuera la primera vez que observas aquello que estás mirando, detente en los detalles, en su forma, sus colores, observa cómo tú y aquello que observas cobran más vida en tanto le prestas atención (de ser posible, utiliza diferentes sentidos: vista, tacto, gusto, olfato y audición)
Si te distraes, vuelve amablemente a mirar con curiosidad, deteniéndote y contemplando cómo se manifiesta en el presente aquello que elegiste observar.
Finalmente, tras unos instantes, vuelve a fijar tu atención en tu respiración y observa tus sensaciones tras haber realizado esta práctica.

martes, 31 de enero de 2012

ECOLOGÍA MENTAL (Paz Interior)

La Ecología es la ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con el medio. La palabra ecología es un neologismo acuñado por el alemán Ernst Haeckel (1834-1919) usando las palabras griegas oikos (casa) y logia (estudio de), o sea, el estudio del hábitat, de nuestra casa como seres vivos.
El concepto de Ecología  Mental se refiere al estudio de la casa mental que habitamos, frecuentemente estamos sometidos a nuestros pensamientos y emociones, absorbidos por una espiral que nos lleva a estados de ansiedad, frustración, confusión, impotencia, resignación, etc. que no nos satisfacen. Como si de un jardín se tratara, nuestra mente necesita ser limpiada de “malas hierbas”, labrada, cultivada y abonada para que sea fértil  y de frutos.
La Ecología Mental es el arte de limpiar nuestros pensamientos y depurar nuestros viejos patrones mentales de dolor, culpa y sufrimiento, liberarnos de nuestros condicionamientos profundos, por medio de su lectura con el código del amor, para poder entenderlos y reinterpretarlos, de tal modo que la experiencia de paz no sea solo un estado puntual, sino que se establezca poco a poco en una permanente mentalidad de serenidad. El modo de vivir, de pensar, de sentir y de relacionarnos tiene su fundamento sobre todo en aquello que hemos vivido y aprendido en los primeros años de vida, de nuestra familia de origen. La ecología mental es un concepto integrativo de crecimiento humano y evolución, partiendo de que todos somos uno en esencia y de que todos compartimos un mismo entorno mental, una matriz  que nos interrelaciona facilitando interacciones y sinergias.
La mente verdaderamente limpia y ecológica te hace regresar a tu centro de paz interna en toda situación, independientemente de lo que pase. Esto es un curso práctico de Psicología Transpersonal para la vida cotidiana, para descubrir y desarrollar los potenciales de nuestra mente de una forma más creativa. Nuestro pensamiento es el creador de nuestra experiencia y esta construye la experiencia grupal y global. Es necesaria una actitud de responsabilidad mental, disposición y voluntad para acercarnos a una mente coherente, transparente y pacífica.
Interesados en este curso contactar:  
Telf. 619 344 903  -  areaesencial@gmail.com